yo amo mi ciudad

porque a mi tambien me encanta San Jose, desde el Parque España con su fuente del conquistador, los churros de crema pastelera de manolos, mora books en el omni, aprender a esquivar gente caminando por la avenida central, la panaderia samuelito ahi por la parada de Tibas (y cuando hay plata, pasar por Giacomin por unas galletas de herradura o un masapan), la ruta que agarro siempre para ir a la Lehmann, o la que agarro para devolverme, Marito Mortadela y su dulce sabiduria (como cuando me pregunto que si tenia mama y al responderle que si, me dijo que la quisiera mucho), la avenida de adoquines sueltos, el edificio de correos y el camino al apartado postal 52-1000 san jose.. yo entiendo lo que luis chaves quiere decir.

a continuacion, el comentario de luis chaves publicado en la seccion Ancora de la Nacion del domingo 12 de marzo del 2006.

Lugar Común: San José

Luis Chaves
chaves.luis@gmail.com

El josefino y sus primos cercanos del Gran Área Metropolitana piden a gritos una capital donde se vean reflejados, una que les devuelva un poco de identidad, de autoestima...

Se dice que San José fue una de las primeras ciudades con electrificación en el mundo. Habría que investigar. Cierto o no, este es un dato anodino si se enfrenta al siguiente hecho: San José es la capital que más temprano apaga las luces. Una capital con horario de zona rural. Recientemente, sin embargo, diversas actividades culturales (Papaya Fest, Transitarte, Naderías) trasladaron y concentraron la atención y la energía de miles de personas al centro de Chepe. Por unos días, la antigua Villanueva dejó de ser una ciudad de paso.

Y la gente volvió a San José y ocupó sus aceras, reconoció sus sonidos, comió churros o boca de salchichón, tomó fotos mal centradas frente a monumentos ecuestres, pegó chicles debajo de los poyos del Parque España, tocó la nalga de la gorda de Monumental, tomó birras sin hielo, caminó incluso nueve cuadras sin montarse al carro o al taxi. Y la gente vio que todo esto era bueno. Solo bueno. Entonces la gente descansó.

Parece que el josefino y sus primos cercanos del Gran Área Metropolitana piden a gritos una capital donde se vean reflejados, una que les devuelva un poco de identidad, de autoestima. Aunque también puede ser que no se trate más que de un espejismo y que la aspiración del tico promedio de la urbe siga siendo un condominio cerrado cerca del mall. Pero por si acaso, aquí van once razones por las cuales San José centro debería convertirse en una capital habitada.

1. Porque -empecemos por lo obvio- aunque su apariencia, sus ruidos, sus olores, sus complejos y sus costumbres son las de una capital de provincia, San José es la ciudad capital del país.

2. Porque es una de pocas capitales en el planeta que se puede cruzar a lo largo y a lo ancho en menos de un día.

3. Porque el rumor tántrico de los bolsinistas en la esquina de Monumental es la verdadera música folclórica de Costa Rica.

4. Porque el arreglado especial de Chelles reduce los triglicéridos.

5. Porque el mural sobre plywood del bar Morazán es una genialidad y el salón de karaoke de La Vasconia es la puerta de entrada a una realidad paralela.

6. Porque en la esquina este de la Casa Amarilla está Ñ, la galería-bazar administrada por exintegrantes de la Selección Nacional Mixta de Nado Sincronizado. Una exquisitez.

7. Porque todos los buses llegan a San José. Trate en cambio de trasladarse, digamos, de Curri a Tibás. 8. Porque graffiti tipo "Chichi te amo demaciado" (cortesía de Sugar) o "Colacho fuma piedra" devuelven la felicidad hasta al misántropo más acabado.

9. Porque la única manera de combatir la paranoia colectiva alimentada y explotada por nuestro periodismo fascista es recuperando los espacios públicos capitalinos, sobre todo los nocturnos.

10. Porque si en todo caso uno llega a ser víctima de asalto, sabe que fue un compa con necesidades inmediatas y no a manos de un dueño de bar del Estado Separatista de Escazú que cobra dos mil colones por cerveza.

11. Y porque es preferible la muerte por asfixia antes que ir a tomar unas Pilsen a Cartago.